domingo, 23 de septiembre de 2012

Las cosas que experimento en Caracas....




La Ruta Nocturna perdió su norte en Sabana Grande

Pudo haber sido un gran evento. Todo estaba dispuesto para ello. Se contaba con la experiencia de las anteriores ediciones de la Ruta Nocturna organizadas por el Gobierno del Distrito Capital en el Casco Histórico y la Plaza Morelos. Se disponía de un espacio ideal y anhelado para este tipo de actividad: el bulevar de Sabana Grande. Y se tenía la pericia de PDVSA La Estancia, en lo que respecta a la organización eventos culturales y al conocimiento del bulevar. Pero, al final, la Ruta Nocturna de Sabana Grande no ofreció nada nuevo.

Contrario al concepto que maneja este tipo de eventos de calle, no hubo expresiones artísticas en la programación. Lo más cercano fue una exhibición de murales intervenidos por grafiteros en la plaza Siempre Petrolera, que maravilló a más de uno. Del resto, sólo hubo DJs que ni siquiera fueron protagonistas de la noche, pues no estaban dispuestos en tarimas que les permitiera visualizarse medio de la multitud.

La idea de “ruta” que se manejó en ediciones anteriores, quedó esta vez olvidada. No hubo un circuito que les permitiera a los asistentes recorrer diferentes locales en busca de una oferta gastronómica o musical, como ha ocurrido en el Casco Histórico. Y se perdió así una oportunidad valiosa para que el público se reencontrara con la nueva cara del bulevar.



La Ruta Nocturna de Sabana Grande fue para algunos un “rave”, donde imperó el consumo descontrolado de alcohol y de drogas, aderezados con un proselitismo político fuera de lugar, que se manifestó con la entrega de propaganda y la proyección de mensajes institucionales de PDVSA La Estancia.

Muchos se sintieron “expulsados” del evento, al no compartir la orientación que se le dio a un evento cultural. Otros, sintieron miedo ante la poco iluminación y la escasa presencia policial. Hubo quien se lo “tripeó”, como una gran fiesta pública que no dejó más que un fuerte “ratón”.

Mirelis Morales Tovar
@mi_mo_to
Texto escrito para Últimas Noticias
Fotos: AVN

domingo, 2 de septiembre de 2012

Las cosas que me gustan de Caracas...




Por el Medio de la Calle se niega a morir
Este año todo cambió. Y creo que muchos no lograron entender las razones que llevaron a Por el Medio de la Calle a cambiar.
Escuché a varios diciendo: “Este evento perdió su esencia”, al ver que en esta edición no hubo cierre de calles y que las actividades se concentraron en cinco plazas que obligaban a los asistentes a caminar de un lado a otro para ver la programación. “Me gustaba más como era antes”, oí decir.
Y está bien. Cada quien tiene su opinión. El asunto es que creo que pocos se detuvieron a pensar: ¿Por qué cambió? La verdad, no creo que la decisión de modificar el formato del evento haya sido un antojo de los organizadores. Pues quienes estuvieron en la edición del año pasada deben recordar que fue un completo desastre. Por tanto, quedaban dos opciones: o el evento cambiaba o simplemente moría.
¿Quién podría tener la culpa de ello? A) Los organizadores por habérseles escapado de las manos o por generar expectativas demasiadas altas. B) Los vecinos por su intolerancia ante un evento que supone molestias a su cotidianidad. C) Los asistentes que en cada edición demuestran que no saben cómo comportarse frente a una actividad de tal magnitud sin ingerir alcohol o consumir drogas de forma descontrolada. O todas las anteriores. 
¿Qué fácil es criticar, no?. Pero qué difícil es pensar qué tanto pudimos nosotros influir en ese cambio. Qué complicado se les hace a algunos mirar más allá y pensar lo cuesta arriba que es producir un evento de tal magnitud. O qué improbable es que algunos tomen en cuenta las implicaciones que tiene para una municipalidad cerrar por un día las calles de un sector, donde viven en su mayoría personas de la tercera edad.


No pretendo favorecer o justificar a nadie. Sólo quería que nos detuviéramos a pensar en algunas cosas antes de hacer algún juicio sobre el cambio de formato de la edición 2012. En mi opinión, Por el Medio de la Calle es un evento que no se puede dejar morir, porque a él le debemos esa experiencia de “hacer ciudad”. Y por esa razón, creo que siempre hay que darle un voto de confianza.
Aparte, sus organizadores demostraron que de los errores también se aprende. Y eso es invaluable. A diferencia del año pasado, no me fui con mal sabor. Logré caminar a mis anchas. Me encantó la idea de presentar un grupo música barroca en el mercado municipal. Comí sabroso en la terraza del mercado. Escuché a Gaélica sentada en la grama. Y quedé fascinada con la propuesta de la Movida Acústica Urbana y su ROCKMau.
Me gustó que se hicieran conversatorios sobre proyectos que están trabajando por la ciudad. Me pareció valioso que se creara un espacio en el medio de la Plaza Altamira para la danza. Y me encanta que se haya incluido la Plaza El Indio dentro del circuito, porque muchos no tenían ni idea de que ese espacio se llamaba así.
Que bajó la calidad de las propuestas artísticas, si. Incluso, me pareció que esa formalidad que se había ganado el año pasado al colocar las piezas de arte en instalaciones iluminadas, se perdió esta vez. Que Por el Medio de la Calle parece cada vez más un evento musical que un festival de arte urbano, también. Que hace falta diversificar los performance, podría ser. Que hay que ponerle un coto a la ingesta descontrolada de alcohol y al consumo de drogas, sin duda. Pero esperemos que vengan más ediciones. Y que haya mucho más por aprender.
El asunto es que no sólo le corresponde a los organizadores autoevaluarse. Nosotros, también nos toca mirarnos un poco. Quizás allí hallemos la respuesta de por qué Por el medio de la Calle tuvo que cambiar

Mirelis Morales Tovar
@mi_mo_to
Fotos cortesía Eliezer Benavides