miércoles, 22 de febrero de 2012

Las cosas que disfruto de esta ciudad...


El Ávila desde el aire
Esto es lo que deben llamar la crisis de los 30. Digo, eso de querer ponerse en riesgo y de experimentar todo. Si es así, ¿qué puedo decir? … Bienvenida sea!
Lo cierto es que a partir de ese ímpetu de querer hacer lo que olvidé a los 20, me fui a hacer canopi a los Senderos Aéreos de El Ávila. Ya me lo habían recomendado. Había visto fotos y leído buenos comentarios de la experiencia. El asunto es que entre una cosa y otra lo había dejado pasar. Pero Carnavales se convirtió en la excusa perfecta para sacarme la espinita y poder decir  finalmente “lo hice”. 
El asunto es así. Te llegas temprano hasta Los Venados en los jeeps que tomas en Cotiza. Y allí preguntas por los Senderos Aéreos. Un equipo te recibe y te da las instrucciones.Te ponen todo el aparataje, casco, guantes y demás. En ese momento entiendes que la cosa va en serio. Un guía te hace el recorrido con la idea de sembrar un poco de conciencia ecológica. Luego, arranca lo bueno…



Subes a la plataforma y atraviesas el puente colgante. Nada recomendable para quienes sufren de miedo a las alturas. Pero una vez allí no hay vuelta atrás. Los instructores se ríen de los comentarios de pánico que uno hace y tratan de trasmitirte tranquilidad. Pero no lo logran jeje El miedo está allí y aflora cuando se mira hacia abajo. Ayy Cristo!
El susto desaparece cuando hay que hacer canopi o lanzarse por una tirolina. Lo que en criollo quiere decir deslizarse por un cable de un árbol a otro. En este caso, están dispuestas una de 40 metros y otra de 120 metros de largo. Sólo experimenté la primera, porque la más larga estaba en mantenimiento. Así que no me imagino cuánto hubiese gritado en esa.
El recorrido termina con una caída en rapel, que los más arriesgados deciden hacer de cabeza. No fue mi caso, claro. Allá otros jeje Ya mucho susto para un mismo día. Pero como bien dicen por allí, sarna con gusto no pica
En resumen, puedo decirles que es una experiencia increíble. En medio de un paisaje incomparable. La vista de Caracas es única. Y la atención del personal es realmente esmerada. Así que no esperen que la crisis de los 30 les llegue. Allí se los dejo.

Más información: http://www.facebook.com/pages/canopia/70509439678
Costo: 100BsF p/p
Transporte: 16BsF ida y vuelta


Mirelis Morales Tovar
@mi_mo_to
Fotos: Caque Armas/ Isabel Urosa

miércoles, 15 de febrero de 2012

Las cosas que otros hacen por esta ciudad...



Caracas se prepara para subir el telón

Debo confesar algo. NUNCA he ido al Festival Internacional de Teatro de Caracas. No tengo perdón de Dios. Lo sé. Pero para ese entonces cuando la ciudad entera se volcaba a las calles para ver las presentaciones teatrales más importantes del mundo, yo estaba muy pequeña. Bueno... tanto como pequeña, no. Pero sí lo suficientemente jojota o inmadura como para no darme cuenta de la relevancia que significaba ese evento.
Lo cierto es que a causa de ese desinterés absurdo he pasado mis 32 años de vida escuchando a la gente hablar maravillas del fulano Festival de Teatro y yo sin poder decir ni “ñe”. Mi esposo llegó a dormir en el Teatro Teresa Carreño para poder comprar las entradas durante la preventa que se hacia para los estudiantes. Por Dios!! Y me cuenta que durante esos días de fiesta –porque no tiene otro nombre- las conversaciones sugerían que los caraqueños estaban dando vueltas por el mundo, pues cuando te conseguías a alguien en la calle le preguntas: "De dónde vienes?", “De España”, te respondía. “Y tú”. “De Alemania”, contestabas.
Y eso no es todo. Me dice que en las noches, el Café Rajatabla (si, tampoco lo conocí :S) se convertía en el lugar de encuentro para cerrar las jornadas y recordar a su creador Carlos Jiménez. Es obvio entonces que el paréntesis de seis años que Caracas pasó sin su festival y el temor de que no volviera a revivirlo tenía a muchos caraqueños como “enguayabados”.
Por eso, saber que el 29 de marzo subirá nuevamente el telón de este gran evento tiene a más de uno enloquecido de felicidad. (Mi esposo incluido). Caracas vuelve a ser escenario de un festival que fuese el quinto más importante del mundo, según palabras de su organizadora Carmen Ramia. Claro, no tendrá las mismas dimensiones de la época de oro. Pero no importa. 60 funciones estarán dispuestas para que el público caraqueño disfrute de lo mejor del teatro del mundo y será la excusa perfecta para homenajear al gran José Ignacio Cabrujas.
Aparte, será una oportunidad para que los caraqueños que –como yo- quedamos rezagados de ese fenómeno tengamos una idea de lo que fue y contribuyamos a rescatarlo para que vuelva a ser la gran fiesta teatral de Caracas. Mucha mierda (ojo, así se dice) para el equipo que asumió este reto.  Y que comience la función!!


Mirelis Morales Tovar
@mi_mo_to
Afiche diseñado por Manuel González Ruiz


lunes, 6 de febrero de 2012

Las cosas que uno inventa en esta ciudad...


La ciudad desde el aire
¿Loca? Un poco, quizás. Pero había que hacerlo. Si, lanzarse en paracaídas es de esas cosas que hay que hacer antes de morir. Más que una experiencia extrema, supone un reto personal para dominar el miedo, para ponerse a prueba uno mismo y para experimentar esa sensación de volar, aunque suene trillado decirlo.
Pero aparte resulta ser una experiencia de ciudad maravillosa. Yo siempre con ese cuento, lo sé.  No lo puedo ver de otra manera. Estar a 8 mil pies de altura (o el equivalente a 4 kilómetros) y ver desde allí parte de la localidad de Higuerote reconforta el alma. Para quienes no somos ateos, resulta inevitable conectarse con Dios y su creación. ¡Qué perfecta la naturaleza¡
¿Si sentí miedo? Inexplicablemente no. Y suena extraño viniendo de alguien que no suele montarse más de dos veces en una montaña rusa porque se marea. Pero los chicos de Skydive te transmiten mucha seguridad. Sólo un poco de susto antes de dar el salto y listo. Allá vamos!!!!
Waooo. Saltas del avión, das una voltereta en el aire y, luego de estabilizarnos, se inicia el minuto en caída libre. Les juro que tuve esa sensación horrible de vacío. Más bien sientes que flotas. Maravillosamente. Y por unos segundos te conjugas con las nubes, el viento, el paisaje, la nada… No hay miedo. Ni conciencia que te conecte con la muerte. Sólo la convicción de que será algo único en tu vida.
Y tú. ¿Cuándo te lanzas? :D

Mirelis Morales Tovar
Fotos: Skydive Venezuela